jueves, 18 de septiembre de 2014

VIVIR PARA EL OCASO

La piedra que guardaba en mi ropa ya no me sirve, mi bestia se hizo alma porque tuvo miedo, y se escondió en la sombra de estas paredes pintadas en piedra.

-Emilo: No lo puedo evitar, es tu máxima vulnerabilidad

-Alicia: Al final terminaste siendo más frio que esta lluvia de mierda

-Emilo: ¡Y! ¿que se supone que debo sentir?

-Alicia: Justo eso pasa, que tus sentimientos han muerto y lo muerto no siente, no reacciona, tal vez solo te están mostrando tu futuro.

-Emilio: Pocas veces hice algo emocionante en mi vida, por eso aun me queda mucho para vivir, mucho que quiero vivir contigo

-Alicia: No te conozco de otra forma, pero siempre que estamos por llegar a lo máximo. Te detienes.

-Emilio: Tú bailas al borde del abismo porque te hace sentir fuerte, solo para hacerle pensar a los demás que estas bien y que nunca vas a estar mejor, aun cuando te he visto llorar con largas lágrimas y rojizos labios, mientras miras el patio de ese lugar. Son tus recuerdos...

-Alicia: Hace 20 años tengo estos mismos ojos y esta misma boca, que guardan la esperanza de algo mejor, ahora no tengo esperanza

-Emilio: ¿Por qué lloras Alicia? nena, te haces chiquita allí entre tus hombros; hoy llueve, pero no sabes qué triste se pone el sol cuando llega el ocaso

-Alicia: Tú me conoces Emilio, sabes que siempre me costó más desnudarme a mí que a ti, hasta emocionalmente es...

-Emilio: Todo el tiempo eres como una caja fuerte, salvo cuando te descuidas y te olvidas de tu hermetismo, eres una cebolla que no sabe otra cosa que ser cebolla.

-Alicia: Me molesta lo infantil de tú desarrollo post-adolescente. Una mierda con que las mujeres nos desarrollamos más rápido

-Emilio: Te dire algo hora que tengo el valor para preguntártelo, si no mañana, las abstracciones se apoderaran de mí y la cuidad vestirá a mi corazón, cuéntame ¿Por qué lloras?

-Alicia: Por qué cada minuto contigo es un silencio envolvente, en el que, el mundo no tiene más ruido y lo único que existe eres tú, no sé cómo decírtelo, deberías entenderme... pero sabes, al mismo tiempo pasa lo que siempre pasa, me abrazas por un largo rato y me das un beso sutil, como para que me queden ganas de más y te vas, entonces lloro porque te vas a pesar de que no te quería

-Emilio: Me gustaría tenerte más allá de todo eso, en ese mundo en el que eres feliz o al menos tienes la ilusión que duerme en ti, me encanta la risa que tenias

-Alicia: No puedo decirte nada, porque lo que sea que te diga me va a sonar banal y tampoco puedo echarte la culpa de que no encuentres algo que yo eh perdido...

-Emilio: Eres un ángel inquieto, así que me voy a quedar aquí, quieto donde estoy, hoy no me voy a ir; pero me tienes que prometer algo

-Alicia: ¿Qué?

-Emilio: Vivir para el ocaso.